El secreto de los polvos que circulan por los gimnasios
Según un estudio de la Universidad de Granada, publicado en 2008 en la revista Archivos Latinoamericanos de Nutrición, "el abuso de toda clase de sustancias para mejorar el rendimiento deportivo y la forma física se ha extendido a las personas que acuden a gimnasios regularmente". Es la idea que motivó a los investigadores para analizar los hábitos de 415 usuarios de 4 gimnasios de Sevilla, un estudio que reveló que el 56% de la muestra había consumido algún suplemento, sobre todo con la intención de mejorar su aspecto físico.
José Miguel Martínez Sanz, profesor del departamento de Nutrición de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Alicante, afina el dato: el 57,14% reconoce tomar cafeína, aminoácidos y creatina, mientras el 47,61%, simplemente recurre a las proteínas, unas moléculas que, en polvo o en barra, se ha convertido en uno de los grandes filones de la industria asociada al deporte. Los motivos están claros. "Buscan, sobre todo, mejorar el rendimiento deportivo, más energía y masa muscular. Muchos los toman, incluso, porque sus oponentes lo hacen, para estar al mismo nivel. Y la principal fuente de información es el entrenador: solo uno de cada tres lo consulta con un dietista-nutricionista", añade.
¿Y qué justifica esa imagen del deportista saliendo del gimnasio sorbiendo un batido de grandes dimensiones? Una ecuación simple: si para crear masa muscular o reparar la que se destruye durante el ejercicio hace falta ingerir proteínas en forma de alimentos, hay dos opciones. La primera es llevarse la tortilla a la francesa al gimnasio y engullirla nada más terminar de entrenar. La segunda, asegurársela con un batido instantáneo. ¿Y por qué tanta prisa? Hay que aprovechar la ventana metabólica, ese precioso período de entre 30 minutos a las dos horas posteriores al entrenamiento en el que el organismo absorbe como agua de mayo los nutrientes para repararse. Un poco de agua, una medida de proteína en polvo, agitar en el shaker (bidón con colador para sortear los grumos) y listo. O así debería ser.